Mezclar 2 cucharaditas de harina de centeno con igual cantidad de miel de buena calidad y 2 yemas de huevo.
Unir bien hasta obtener una textura homogénea y aplicar sobre la zona afectada.
Si la piel de las manos está muy seca, se le pueden añadir 2 cucharaditas de aceite de oliva y, si es grasa, se puede cambiar las yemas de huevo por jugo de limón.